viernes, 30 de octubre de 2009

jueves, 29 de octubre de 2009

Cómo interactúas?


El Dr. Riveiro describe tres animales para hablar de la actitud pasiva (carpa), agresiva(tiburón) y asertiva (delfín).

A veces todos actuamos como carpas, delfines o tiburones, lo importante es ser conscientes de cómo interactuamos y abandonar gradualmente esas actitudes agresivas y pasivas que tanto nos pueden perjudicar.

1.- La carpa sigue la Ley de menor resistencia. Es prácticamente ciega, no está al corriente de lo que sucede, está desconectada de la realidad, no le gusta autoafirmarse, tiene miedo a decir no. Piensa en la vida cotidiana que el Universo es un lugar donde reina la escasez. "No jugaré porque sé que no ganaré". La carpa no ve ni a corto ni a largo plazo, se sacrifica durante toda su existencia. Todas las víctimas del mundo lo son.

2.- El tiburón consigue ver a corto plazo, pero ignora las consecuencias a largo plazo. Siempre quiere sacar ventaja sobre los otros. Juega al juego de Ganar-Perder. No tiene confianza en sí mismo ni en los demás y no inspira confianza a nadie. Piensa como la carpa: En el Universo no hay suficiente para todos, así que yo lograré lo mío, cueste lo que cueste.

3.- El delfín es una alternativa que tienen las personas ricas de espíritu que se encuentran más allá de la preocupación por la supervivencia, y significa un cambio de paradigma. La estrategia del delfín consiste en cultivar la confianza en todos los sentidos. Juega al juego de Ganar-Ganar y sabe hacer más con menos. Vive a largo plazo y al mismo tiempo vive atento al presente. Piensa que El Universo es un lugar abundante y hay para todos.

lunes, 19 de octubre de 2009

Escuchar y expresar emociones.


Una consecuencia muy dañina de los sentimientos no expresados es que, a menudo, en lugar de desaparecer, crecen y creen hasta que, como en un envase de aerosol, pueden estallar.
Más aun, necesitaba una manera de hacer que esos sentimientos trabajaran en su provecho; verlos como eran: signos que señalaban el camino en el laberinto.
Si bien casi todos nosotros somos expertos en el manejo e los sentimientos agradables – alegría, felicidad, cariño, gratitud- , sabemos muy poco de los desagradables. Los sentimientos negativos nos asistan y ponen incómodas a las personas que nos rodean, así que tratamos de evitarlos lo más posible.
En realidad la sociedad no alienta a que evitemos encarar los sentimientos penosos, nos dice: “Tómalo con calma, contrólate, sé fuerte”.

Esta actitud es reforzada una y otra vez de muchas maneras.

Por ejemplo en un funeral, a menudo se escuchan comentarios respecto de los miembros de la familia afectada: “¿No es cierto que ella lo está soportando bien?”; “El se controla muy bien”.
Es decir que las personas que “se aguantan” y “se controlan” son aquellas que no expresan sus sentimientos.

Es así como se enseña a mantener las emociones penosas encerradas en nosotros, a evitarlas o a enterrarlas o a no dejarlas salir.
Es mejor mantenerlas adentro, controlarlas; si no, ser nos irán de las manos.
Detrás de todo esto está la idea de que las emociones son irracionales y no deben expresarse abiertamente porque eso nos impediría encarar racionalmente nuestros problemas.

Por desgracia para una persona en crisis, el mero hecho de negar, enterrar o ignorar los sentimientos penosos puede tener consecuencias dañinas y muy duraderas.
Desde luego que estos sentimientos penosos intensos no siempre afloran en forma dramática.
Pueden permanecer hirviendo en lo profundo de nuestro ser, consumiendo más y más energía vital, quitándonos la fuerza; pueden carcomer las fibras del bienestar emocional, alterar el equilibrio normal de la salud física.

Nuestros cuerpos y nuestras emociones son sistemas en conexión absoluta.
Cuando algo ocurre en un sistema, afecta al otro también.
Un golpe emocional puede crear malestar físico.
Los sentimientos penosos no desaparecen; de alguna forma van a manifestarse.

Pueden aparecer como insomnio, dolor de espaldas, una úlcera, un dolor miserioso o náuseas.
A algunas personas les duele la cabeza; otras tienen picazones o pierden peso.
A menudo este efecto de los sentimientos negativos agrava una vieja herida o lesión o enmascara algún otro malestar físico inexplicable, golpeando donde el organismo es naturalmente más débil; para alguno será una sinusitis, para otro, una articulación artrítica.
La lista es interminable y tan personal.

sábado, 17 de octubre de 2009

Cómo es tu corazón?


Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó poseer el corazón más hermoso de la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni dolor, ni rasguños. Era el corazón más hermoso que hubieran visto.
De pronto un anciano se acercó y dijo:
-¿Por qué dices eso, si tu corazón no es tan hermoso como el mío?
Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y estos habían sido reemplazados por otros que no correspondían, pues se veían bordes y aristas irregulares en su alrededor. La mirada de la gente se sobrecogió.
-¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron.
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír.
-Debes estar bromeando.- dijo.
-Comparar tu corazón con el mío… El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor.
-Es cierto.- dijo el anciano.
-Tu corazón se ve perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo… Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado.

Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido.
-Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos, dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza que algún día tal vez regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón.
-¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?.
El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior...


Y el tuyo ¿cómo es?

martes, 6 de octubre de 2009

Cómo ser feliz, desde la mirada científica.


El altruismo y dormir más están entre las principales causas.
Resulta que la búsqueda de la felicidad, del sentimiento de satisfacción personal, ya no es cosa de gurús que dan consejos, sino que ha entrado de lleno en el ámbito de las ciencias. Y algunos de sus hallazgos son sorprendentes.
Muestran, por ejemplo, que hay más felicidad en el altruismo que en el hedonismo, y en dormir más cada día que en comprarse un coche nuevo.
También se sabe que cada uno de nosotros tiene una felicidad basal, dependiente de los propios genes pero no por ello marcada a fuego: es posible manipularla... siempre que se descubran los comandos correctos.
Desde 2006 hasta ahora, la felicidad ha protagonizado más de 27.300 artículos científicos. Ahora hay un Journal of Happiness Studies (Revista de estudios sobre la felicidad) incluido en el sistema de citas científicas, y una World Database of Happiness, o base de datos mundial, que recopila información al respecto.
La Unión Europea acaba de financiar el proyecto Happiness, una investigación que durará tres años y analizará cómo influyen las condiciones ambientales -desde el clima y la polución hasta la disponibilidad de servicios educativos o de salud- en el bienestar subjetivo, uno de los sinónimos técnicos de felicidad de los europeos.
Así pues, ¿cómo se mide la felicidad?

Una primera respuesta parece obvia: preguntando a los principales interesados.

Las prestigiosas encuestas del European Social Survey (ESS), que se hacen desde 2001, incluyen la pregunta: "¿Cómo es usted de feliz?".

Hay otras encuestas similares: el Eurobarómetro y sus equivalentes en otros continentes, o el World Values Survey (WVS), con datos de más de 50 países desde principios de los ochenta.
Los resultados de estas encuestas pintan grosso modo el siguiente panorama.
En los países ricos se es más feliz que en los pobres. Bien. Pero superado un nivel mínimo de riqueza, dinero y felicidad se desacoplan: aunque la capacidad adquisitiva se multiplique, el sentimiento de bienestar apenas varía.
Inglehart y otros autores lo atribuyen a la mejor calidad de vida en países que empiezan a salir de la pobreza y a la extensión de la democracia, supuestamente asociada a más libertad personal.

En general, hay coincidencia en que son más felices los jóvenes y los jubilados. Un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística francés (Insee), con encuestas realizadas después de 1975, revela que, tras un bache en torno a los cuarenta años, la felicidad "remonta y alcanza su apogeo durante los sesenta", independientemente del estado civil o el nivel de renta.
Otro resultado antiintuitivo: genera más felicidad gastar dinero en los demás que en uno mismo. Lo demostró un trabajo de Elizabeth W. Dunn, de la Universidad British Columbia, en el que se daba dinero a voluntarios, se les instruía sobre cómo gastarlo y se medía después su grado de satisfacción personal.
Este resultado coincide con otros en que la mayor felicidad se correlaciona con acciones de ayuda a los demás.
El altruismo, concluyen los investigadores, pone sobre la pista de la felicidad mucho más que la búsqueda del placer.
DIARIO "EL PAÍS" DE ESPAÑA

viernes, 2 de octubre de 2009

Los beneficios del Buen Humor.

El libro "Anatomía de una enfermedad", publicado en 1979 por el fallecido editor de revistas Norman Cousins, fue el primero en exponer ante el público una correlación entre el humor y la salud. Cousins describe cómo se recuperó de una enfermedad de los tejidos conjuntivos que normalmente suele ser irreversible mediante un tratamiento que incluyó, entre otras terapias, películas cómicas de los hermanos Marx.
El humor "sirve como una válvula interna de seguridad que nos permite liberar tensiones, disipar las preocupaciones, relajarnos y olvidarnos de todo", afirma el Dr. Lee Berk, profesor de patología en la Universidad de Loma Linda, en California y uno de los principales investigadores en el mundo sobre la salud y el buen humor.


En una serie de estudios, entre ellos uno publicado en el número de diciembre de 1989 de la revista American Journal of Medical Science, examinó las muestras de sangre de sujetos antes y después de que vieran vídeos cómicos, y las comparó con las de un grupo que no vió los vídeos. Berk descubrió importantes reducciones en las concentraciones de hormonas de la tensión y un incremento en la respuesta inmune de quienes vieron los vídeos.

Los niños están mucho más dispuestos a reírse que los adultos, un pequeño se ríe un promedio de 300 veces al día, mientras que un adulto lo hace entre quince y cien.
La risa es una potente herramienta curativa.



Una buena carcajada fortalece el sistema inmunológico del cuerpo y reduce las hormonas que pueden causar tensiones.


La risa provoca una tremenda liberación de hormonas, las endorfinas conocidas merecidamente como las hormonas de la felicidad.


Además, liberamos serotonina, dopamina y adrenalina.


La explosión de carcajadas provoca algo muy parecido al éxtasis: aporta vitalidad, energía e incrementa la actividad cerebral.


Cuando nos invade la risa, muchos músculos de nuestro cuerpo que permanecían inactivos se ponen en funcionamiento.


Es un estímulo eficaz contra el estrés, la depresión y, evidentemente, la tristeza.

Abrazos Gratis!!!!

"No se puede dar lo que no se tiene"
Dr Wayne Dyer.

Esta iniciativa se está dando, si esto puede llegar a emocionarte es que estas en el camino del entendimiento, de comprender por qué dar abrazos.
Todo lo que das vuelve.
Así como lo negativo propone más negatividad y alejamiento. Lo positivo propone más positividad y cercanía.
Si te concentras en los aspectos negativos del mundo solo veras oscuridad, si eres capaz de ver la luz que existe en las pesonas una nueva perspectiva se abrira para tí.
Te invito a hacer la prueba, abrazá a un otro con conciencia del acto....del encuentro...de la cercanía...
Cómo lo sentís?
Qué sucede en el otro ante un abrazo sentido? (que es diferente del automático).





jueves, 1 de octubre de 2009

Ejercicio:"Recibí,Me Faltó" de Bucay.



Tomen una página y divídanla en dos columnas: una encabezada por “Recibí” y la otra por “Me faltó”.

En la primera columna, anoten todo lo que ustedes hayan recibido en sus casas de origen, y la segunda, todo lo que crean que les ha faltado.
Si yo tuviera que escribir esto para mi, diría que recibí mucho amor, cuidado, protección, estímulo, normas y conciencia de la importancia del trabajo, y diría que me faltó presencia, reconocimiento, caricias y juegos.Esta es mi historia, como yo la cuento, la de ustedes será diferente.

Las cosas que he recibido y las cosas que me han faltado condicionaron mi manera de ser en el mundo.

Indudablemente, este que soy está claramente determinado por aquellas cosas que recibí y aquellas cosas que me faltaron.

Ahora bien, saquémosle el jugo al ejercicio.

Cuando yo salga de la casa de mis padres para ir al mundo a buscar mi propia vida, voy a tener tendencia (no condicionamiento absoluto) a elegir a alguien, o algunos, que en principio me puedan dar lo que me faltó.

¿Cómo podría no ir a buscar a aquellos que me den las cosas que me faltaron?.

Y entonces, seguramente, yo, fui al mundo a buscar a alguien que estuviera siempre presente, que me valorara y me reconociera, que me diera las caricias que a veces me faltaron y que fuera capaz de jugar y de divertirse conmigo (lo que recuerdo que me faltó).

Cuando crecemos, en lugar de transformar esa falta en una acusación hacia los padres, salimos a buscar lo que sentimos que nos faltó.

Sin duda, nuestra manera de evaluar lo que nos faltó está condicionada por lo que somos, pero no se trata ya de mis padres, sino de mi.

Este juego está aquí para mostrar cómo mi historia puede condicionar mi libertad para elegir, pero también para establecer que esa libertad no puede evitarse.

Y si es cierto que salgo a buscar lo que me faltó, también es verdad que lo que mas tengo para ofrecer es lo que recibí. Y entonces, aunque suene incoherente, a cambio de todas mis demandas, yo voy a tener tendencias a ofrecer, mi amor, mi cuidado, mi protección, mi estímulo, mis normas y mi conciencia de la importancia de trabajar.Y esta es mi manera de ser en el mundo.

Salimos al mundo a buscar lo que nos faltó ofreciendo a cambio lo que recibimos,a veces, la disparidad entre las cosas que pedimos y las que damos a cambio puede ser muy grande.

Por supuesto, uno puede elegir para dar a cambio otras cosas que las que recibió en casa de sus padres. Porque aunque la tendencia natural es a dar estas cosas, uno ha crecido, se ha nutrido, ha aprendido.

Una vez, en un grupo terapéutico, una mujer que estaba muy afectada y muy dolida, en una situación personal muy complicada, hizo el ejercicio delante del grupo. Pensó mucho tiempo y dijo: ¿Qué recibí?. Y anotó: “Nada”. Y agregó: “Por lo tanto me faltó : Todo”.

Cuando hice la devolución, tuvo que darse cuenta que ella vivía en el mundo exigiendo “todo” a cambio de lo cual no daba “nada”.

Y por supuesto que lloraba todo el tiempo sus carencias y su soledad.

Y por supuesto que se quejaba de la injusticia de que nadie le quisiera dar lo que ella necesitaba.Porque estaba puesta en este lugar: buscaba a alguien que le diera “todo” a cambio de “nada”.

Puede suceder que en este ejercicio te encuentres sintiendo que aquello que te faltó, en realidad es lo que mas das.

A veces pasa...Es que en el camino aprendo a dar lo que necesito.Es una explosión muy interesante, una jugada maestra para tratar de obtener lo que quiero.Por ejemplo, voy por el mundo mostrando que acepto a todos, no porque quiera aceptarlos, sino porque en realidad es lo que busco, alguien que me acepte incondicionalmente.

Un pequeño intento para ver si me vuelve lo mismo que yo estoy necesitando.

  ¡¡¡¡¡¡NUEVO TALLER!!!!! Esta época del año se caracteriza por el repaso de lo vivido en el mismo, reuniones y obsequios. Qué buen momento ...