lunes, 3 de agosto de 2009

La Inteligencia Emocional en el Mundo Empresarial.



Entrevista realizada a Juan Carlos Campillo
Profesional experto en coaching, consultoría y
recursos humanos, impulsando el liderazgo de las
personas y el desarrollo de negocio para el éxito
profesional y personal.
Profesor del master de coaching e inteligencia
emocional de N-acción y de la Universidad de Oviedo.

1.- ¿Qué es para usted la Inteligencia Emocional?
Es un estilo de vida más evolucionado como consecuencia de un mejor manejo
de las emociones, propias y ajenas, que permite vivir plenamente y con mayor
bienestar a las personas que han desarrollado esta capacidad. Las ventajas son
muchas empezando por un mayor autocontrol de las propias emociones que
facilita a la persona ser mas dueña de sus actos y de su vida. También permite
identificar las emociones de las personas con las que nos relacionamos, lo que
implica establecer una comunicación mucho mas potente que repercute
positivamente en la relación con las personas que nos rodean.


2.- ¿Qué papel juega la Inteligencia Emocional en el mundo de la empresa?
A día de hoy desempeña un papel mucho menor del que le corresponde si
tenemos en cuenta que la inteligencia emocional contribuye a un mayor
desarrollo de las personas y es una manera mas avanzada de relacionarse con
los demás y también con uno mismo.
Es decir una empresa emocionalmente inteligente tendría un nivel de
comunicación mucho más avanzado y no existirían o se resolverían muchos
conflictos que se crean entre las personas, departamentos, etc. por la propia
definición de la inteligencia emocional. Sin embargo cuando esto no sucede, al
no gestionar adecuadamente las emociones éstas son en sí mismas una fuente
de conflictos mayor aún que los verdaderos problemas de la empresa. Y la
comunicación se empieza a quebrar, se cortan las sinergias, se hacen o no se
hacen las cosas pensando no tanto en los verdaderos objetivos de la empresa
como en las relaciones y diferencias y problemas que hay entre las personas.

3.- Considerando su experiencia ¿qué emociones son las dominantes entre los ejecutivos/as? Y, ¿qué es lo que subyace bajo dichas emociones?
La mayoría están relacionadas con la competitividad y el estrés, por la carga de
trabajo y el afán en el logro de resultados, eso es lo que subyace debajo, unas
condiciones de consecución de objetivos sin prestar atención en muchos casos
al proceso y menos aún a las personas y a sus emociones. Eso desencadena
malestar, insatisfacción y muchas más emociones como irritabilidad, soledad,
desasosiego, inquietud, desazón, nerviosismo que al final crean un vacio mas
allá de lograr algunos resultados. Aunque en algunas situaciones, cada vez más
efímeras, también se experimenten momentos de euforia y éxtasis por determinados logros.


4.- ¿Cuáles son las claves para llegar a ser un buen líder o una buena líder?
El ser respetado por los demás no por el cargo que se ocupe sino por la
capacidad manifiesta en lo que se hace y actuar de acuerdo a unos valores
éticos y coherentes. Al final se resume en ser auténtico y tener verdadero interés
en estar en constante mejora y en el desarrollo de los demás. Hacer lo que se
dice porque los demás recuerdan sin cumplimos las promesas aunque nosotros
los olvidemos.
Esto es muy fácil de decir pero hacerlo resulta algo más complicado. Por eso
muchos que se consideran líderes pero no lo son para los demás, creen que con
decirlo es suficiente, pero la gente se queda con lo que ven, con lo que ese líder
hace y eso queda grabado a ‘fuego’ en la percepción que se hacen de una
persona. El líder no olvidemos que lo es porque lo dicen los demás, no uno
mismo, el que se autoproclama líder es un ignorante que tiene muchísimo aún
que aprender.


5.- ¿Cómo deberían ser las empresas para que fuésemos más felices
trabajando en ellas?
Es difícil dar una respuesta realista a esta cuestión sobre todo porque esto
requiere un proceso y no una solución rápida, aunque cualquier actuación en
este sentido pasaría por pensar no sólo en los beneficios a corto plazo sino mirar
también que hay que generar otro tipo de riqueza mas amplia que la de una
cuenta de resultados cada vez mayor.
Un primer paso sería que los integrantes de la empresa, empezando por los
máximos dirigentes que son quienes más lo necesitan, se formaran en
habilidades de inteligencia emocional y desarrollo de liderazgo .
A partir de ahí los directivos de darían cuenta que motivando más y tratando
mejor a las personas no sólo serían más felices, sino que eso se trasladaría
también al trato a los clientes y en definitiva a los beneficios de la empresa.

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