jueves, 23 de julio de 2009

Para qué desarrollar la Inteligencia Emocional.

Nuestra sociedad ha valorado durante los últimos siglos un ideal muy concreto del ser humano: “la persona inteligente”. En la escuela tradicional, se consideraba que un niño era inteligente cuando dominaba las lenguas clásicas, el latín o el griego, las matemáticas, el álgebra o la geometría y basados en esta idea fueron elaborados los programas de estudio colmados de contenidos para desarrollar lo intelectual.
En el siglo XXI esta visión ha entrado en crisis por dos razones. PRIMERA: la inteligencia académica no es suficiente para alcanzar el éxito profesional.

Los abogados que ganan más casos, los médicos más prestigiosos y visitados, los profesores más brillantes, los empresarios con más éxito, los gestores que obtienen los mejores resultados no son necesariamente los más inteligentes de su promoción.
No son aquellos adolescentes que siempre levantaban primero la mano en la escuela cuando preguntaba el profesor o resaltaban por sus magníficas notas académicas en el instituto.
No son aquellos adolescentes que se quedaban solos en el recreo mientras los demás jugaban al fútbol o simplemente charlaban.
Son los que supieron conocer sus emociones y cómo gobernarlas de forma apropiada para que colaboraran con su Inteligencia racional.
Son los que cultivaron las relaciones humanas y los que conocieron los mecanismos que motivan y mueven a las personas.
Son los que se interesaron más por las personas que por las cosas y que entendieron que la mayor riqueza que poseemos es el capital humano.
SEGUNDA: la inteligencia racional no garantiza el éxito en nuestra vida cotidiana, no facilita la felicidad ni con nuestra pareja, ni con nuestros hijos, ni que tengamos más y mejores amigos.

El CI de las personas no contribuye a nuestro equilibrio emocional ni a nuestra salud mental.
Son otras habilidades emocionales y sociales las responsables de nuestra estabilidad emocional y mental, así como de nuestro ajuste social y relacional.
En este contexto es en el que la sociedad se ha hecho la pregunta: ¿por qué son tan importantes las emociones en la vida cotidiana? Las emociones son una energía poderosa, parte de nuestro ser, aunque no reparemos en ellas o las neguemos están ahí dándonos información, contándonos cosas que nos permitan saber mas acerca de nosotros mismos.
En este momento de crisis ya no vale el ideal exclusivo de la persona inteligente y es cuando surge el concepto de inteligencia emocional (IE) como una alternativa a la visión clásica.
Tenemos dos cerebros uno que piensa y otro que siente. ¿Por qué no los usamos?
La inteligencia emocional nos invita a aprovecharlos a ambos en pos de nuestro mejor vivir, de nuestro mejor rendir en la actividad que tengamos, de nuestro mejor estar con nosotros mismos y con los demás.
Todos podemos desarrollar esta capacidad a través de sus 5 habilidades: Autoconocimiento; Autorregulación; Auto motivación; Empatía y Habilidades sociales.




“La Inteligencia Emocional es útil en tiempos de bonanza,
Imprescindible en tiempos de crisis.”
Dr. Hendrie Weinsinger

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  ¡¡¡¡¡¡NUEVO TALLER!!!!! Esta época del año se caracteriza por el repaso de lo vivido en el mismo, reuniones y obsequios. Qué buen momento ...