Tras todo malestar,dolor,afeccion subyace una emoción que ha sido ignorada.
Etimológicamente, emoción viene de movimiento, produce cambios en el cuerpo químicos, neurológicos, glandulares, para llevar a un movimiento.
Cuando la acción se ha tomado, se restaura el equilibrio del cuerpo y la emoción desaparece.
Si esa acción que nos demanda el cuerpo no es atendida, el cuerpo irá aumentando el volumen de la emoción que se está bloqueando; así el enojo, que es una emoción primaria, se convierte en rabia, en tensiones, dolor de cabeza, náuseas..., en síntomas.
Los seres humanos en Occidente somos excesivamente racionales y tendríamos que estar mucho más conscientes de nuestra inteligencia emocional y nuestra intuición.
¿Cómo educarlas?
Aumentando la conciencia, y para ello hemos de ir más despacio, escuchar más a nuestro cuerpo y menos a nuestra mente.
Pasamos demasiado tiempo discutiendo, atendiendo afuera y poco escuchándo-nos, atendiendo al adentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario