jueves, 11 de junio de 2009

Más acerca del Counseling.

La identidad de los Counselors, el ECP y otros modelos:

¿Cuál es nuestra impronta?por Lic. Andrés Sánchez Bodas

Hace tiempo que nos venimos preguntando sobre la Identidad del Counseling como profesión, razón por la cual hemos realizado tres Foros Nacionales y hemos escrito varios artículos y textos. También cuando referimos a los Malos entendidos sobre el Counseling (Revista Enfoque Humanístico Nº 14 de Diciembre de 2002, y reproducido a su vez en mi libro “Qué es el Counseling”, como apéndice final), lo hicimos con la idea de aclarar estos temas.
Hoy dedico este escrito a uno de ellos, la con-fusión ( en el sentido de comprenderlos como lo mismo) del Counseling con el ECP.
Es obvio que esta tiene sus razones en que la formación eje que brindamos es desde esa línea de pensamiento acerca de la persona, pero una cosa es ser Counselor que toma al ECP como su eje, y otra es que elija otra manera de ejercer la profesión. De hecho hay Counselors gestálticos, sistémicos, psicodramatistas, focusers, y obviamente quienes adhieren a nuestro Enfoque Holístico Centrado en la Persona.
El sentido de esta nota es pues facilitar la aclaración y profundización de esta temática.
El Counseling es una profesión, el ECP un movimiento ideológico dentro del humanismo.
El Counseling, como relación de ayuda, tiene por objetivos la prevención, la resolución de conflictos y el desarrollo / despliegue personal. Como sabemos puede aplicarse en la asistencia a personas, grupos, familias, instituciones educativas, organizaciones laborales, ámbitos pastorales,y o comunitarios, entre otras instancias y especialidades.
Si bien el ECP surgió inicialmente como un modo de hacer Psicoterapia, posteriormente amplió sus horizontes teóricos y metodológicos hacia las relaciones humanas en general.
De allí que de llamarse en un principio Psicoterapia no-directiva, culminó en un Enfoque Centrado en la Persona.
Como tal, posee algunos principios básicos que lo identifican, así como distintos modos de aplicarse o integrarse a otras modalidades, y según su nombre lo indica, centrándose en las necesidades del asistido u orientado, sea una persona o una agrupación.

Existen tantos modos de interpretar el ECP como también los hay del Psicoanálisis, del Marxismo, o del Existencialismo, para dar algunos ejemplos de distintas disciplinas.
Carl Rogers, Sigmund Freud, Karl Marx, Kierkegaard o Heidegger, pensaron y escribieron lo que pensaban, sentando las bases de modelos ideológicos. Incluso ellos mismos transitaron etapas distintas, habiendo adeptos a una u otra etapa de cada uno, e incluso reformadores posteriores, que se consideran pertenecientes a esas modalidades de pensar, pero que dan sus propios modos de entender.
Alguien se dice del ECP, Psicoanalista, Marxista, Existencialista, en tanto adhiere a ciertos principios básicos inmutables que dan esa identidad, pero luego agrega su propia impronta.
Esto produce rispideces, conflictos, discusiones, pero en tanto se respeten las ideas básicas, todo confluye en una misma dirección, a pesar de los mencionados matices diferenciales.
Nadie puede considerarse Psicoanalista si no adhiere por ejemplo a la idea de Inconsciente, del Complejo de Edipo, de Transferencia.
Nadie puede llamarse Marxista si no toma en cuenta el materialismo dialéctico, la lucha de clases y la idea de plusvalía, entre otros conceptos claves.
Nadie puede llamarse Existencialista si no piensa que la Existencia precede a la esencia, que el Hombre es un Ser para la muerte y padece de angustia existencial, o si no considera la idea de libertad, decisión y responsabilidad.

Por supuesto ninguno puede decirse del ECP, sino considera:
- El concepto de no directividad en el sentido que la dirección del proceso está en gran parte”direccionalizada” por el consultante.
- El centramiento en la persona, el grupo, o la Institución, que consultan.
- La tendencia al crecimiento o actualizante.
- El marco actitudinal de empatía, autenticidad, y aceptación incondicional como bases para una relación facilitante.
- La teoría de la Personalidad, formación del Self o Noción de sí mismo.
- Los conceptos vinculantes de Funcionamiento Optimo o Distorsionado.
Podría agregar que seguiría “perteneciendo” al ECP, aún cuando cuestione o enriquezca estos conceptos, pero los tome en cuenta para su ejercicio profesional.
El Counseling, al menos el que nosotros entendemos y enseñamos, posee una peculiaridad que lo diferencia notoriamente de otros abordajes de las relaciones de ayuda:
- Apunta a la prevención y promoción del desarrollo humano personal
- Posee como eje de su accionar profesional la resolución de problemas hacia un cambio favorable para el/los consultante/s, en un tiempo relativamente breve, desde una entrevista única hasta un proceso acotado en un tiempo que se prefija.
- Engloba su tarea en el marco de facilitar transformaciones positivas para los consultantes, sean estos una persona, un grupo, o una institución.
- Orienta su mirada hacia el desarrollo y despliegue de las potencialidades humanas.
- Posee, en síntesis, una profunda impronta filosociopsicoeducativa.
De tal modo que si ha elegido el ECP como modo básico de comprometerse en la ayuda y el centrarse en las necesidades del otro, debe adecuarse a las mismas y al “contrato” de ayuda que se establece.
Por ello, y sin violar los ejes básicos del ECP, habitualmente los Counselors incorporan otros recursos, tales como los Cognitivos, los Gestálticos, el Psicodrama, el Focusing, el Ensueño Despierto y trabajos corporales.
Así, para evitar confusiones, introduje el término de Enfoque Holístico Centrado en la Persona, que desarrollo en el último capitulo de mi libro “Que es el Counseling”.
Quiero decir, con esto, que el eje es el ECP, y que se integra desde allí modalidades que facilitan la tarea de la ayuda.
Lo mismo debe ocurrir cuando se trabaja en una Empresa, una Institución Educativa, un espacio Pastoral o Comunitario. Allí, una vez más, sé redescubre el aspecto integrador que posee esta profesión, que la define y le da su identidad.
Los Psicólogos hacen Psicoterapia, lo cual implica un modelo médico curativo.
Si utilizan el ECP en esa dirección, se encuentran con algunas dificultades o incongruencias que deben sortear. A tal punto es así, que a veces me pregunto porque se dicen psicoterapeutas, si ello va en contra de lo que nos delegó Carl Rogers.
En mi caso, que soy Lic. en Psicología, he abandonado el rol de psicoterapeuta y asumido el de Facilitador de procesos de ayuda.
En esto me siento más cerca de los verdaderos Psicoanalistas, que se han alejado del modelo médico, aunque no coincida con ellos en su epistemología de lo humano.
Necesito aclarar que no voy a la etimología de la palabra Psicoterapia, sino a su uso en las prácticas de consultorio, sean privadas, para prepagas, obras sociales y hospitales.
Las palabras adquieren su significado en concordancia con el uso que de ellas se hace, y de allí la legalización de las distintas profesiones: la psicoterapia ( ayudar, servir, aliviar el sufrimiento psíquico), esta reglamentada como una disciplina del curar, y es precisamente este modelo médico al que no adhieren los counselors.
Más claro aún, un Psiquiatra ( que es Médico), cuando trabaja como tal, al diagnosticar y por ello medicar, puede utilizar el ECP como modo de vínculo, pero su accionar es muy distinto a la de las dos profesiones que antes mencioné.
Hablando con algunos de ellos, que adhieren seriamente al ECP, me dicen que cuando medican lo hacen centrados en su consultante, integrando ese modelo médico al enfoque.
Una colega de ustedes ( la Counselor Claudia Berneman) ha denominado “ reflejo químico” a este modo de medicar, lo cual me parece un interesante aporte a nuestros primos los Psiquiatras del ECP.
Alejándonos de las disciplinas de la ayuda, algo similar podríamos decir de educadores o docentes, asistentes o trabajadores sociales, expertos en relaciones humanas y laborales, que utilizan el ECP, lo adecuan a sus disciplinas.
Es obvio que estas reflexiones exceden la intención de esta nota. Solo las he agregado para poder aclarar mejor los distintos modos de integrar el Movimiento ECP a las distintas disciplinas, y en lo que aquí nos importa, al Counseling.
Es posible que en la tarea de Desarrollo y Despliegue personal se pueda encontrar algo de similitud entre lo que hace un psicólogo (cuando se dedica a ello) y un counselor. Sin embargo, según venimos observando desde que existe el Counseling en Argentina, puede verificarse una diferencia de estilos profesionales propias de cada profesión, que fueron muy bien determinadas por el Lic. Juan Carlos Lombardini cuando en el contexto de la mesa redonda de nuestras Primera Jornadas Nacionales de Counseling, explicó los motivos por los cuales él deriva a sus consultantes a Counselors ( ver nota Revista Enfoque Humanístico Nº 16 de noviembre 2003), a pesar de ser Psicólogo.

Estoy convencido que el Counseling ha encontrado un modo propio de utilizar el ECP, integrándolo a la peculiaridad de sus incumbencias profesionales. Esto pasa por la formación, la práctica y el compromiso que se asume de entrada, y que implica en definitiva un “ser en el mundo” específico de la ayuda que lo determina.
Sabemos que un proceso propiamente de Counseling, puede ser experiencial, pero fundamentalmente, si se atiene a sus objetivos, debe resultar en cambios cognitivos conductuales que den cuenta de la transformación a la cual se aspira.
Esto no lo convierte en cognitivo conductual, en el sentido de adherir a ese movimiento de lo psicológico, pero si lo obliga a introducir o agregar un accionar más directo en sus intervenciones.
Integrar recursos a una impronta vincular tal como la ideó Carl Rogers, es lo que hacen la mayoría de los Counselors. De allí su cada vez más solicitada inserción.Si esto es ECP o no, si adhiere más a Carkuff o Sánchez Bodas que a Rogers, es tema de debate en Foros y Encuentros, pero de lo que no hay duda es que se trata de un modo que ha dado identidad al Counseling, y que por allí está transcurriendo.

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